sábado, 19 de diciembre de 2009

OLOR A CANELA, UNA DELICIA




Un auténtico poeta es dulce,
es hecho de almíbar,
fue creado en tiempo que
nació el fruto de montaña,
en el tiempo que la exótica miel
envolvió la primavera,
cuando las abejas comentaban
en el pensil sobre el polen de las flores
y estas sonreían al viento.
Su néctar fue descubierto por ella...
la diosa del pasion.
Las uvas son favoritas del poeta,
incluyendo la fruta de montaña,
su vino es consagrado
para el momento de exaltación,
su alimento es dispuesto a base de
la natural arte culinaria.
Un verdadero poeta,
lleva dentro de sí el olor a la canela.
Muy demasiado oculto
un lenguaje llamado verbo divino
en el trato a la hembra
y susceptible al travieso,
no hace diferencia.
El poeta por naturaleza es apacible,
es complaciente
expresa con sublimidad y acierto,
sabe que en todo ser existe un halo divino
que se estinguirà en un instante
y considera que antes de partir
debe conocer que la vida ofrece
belleza para todos sin distinción.
Un poeta es delicado y seguro de sus ideales
los dioses lo protegen.
La gracia, la gallardía y el donaire
son conceptos que examina en el amigo,
dando la razón
dócilmente.


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