lunes, 12 de abril de 2010

Viajando

viajando en primera clase,
ratos pensar cabecear y dormir siempre a la expectación Te quedas dormido Me sueñas con los mismos atuendos el jeans y la blusa nívea que solía exhibir en mis retratos De nuevo otra vez en el viento respirando aire fresco amándome como cuando el frio nos llovía Colocas ternura en mi mente fragmentas tu verbo y besándome vuelas, tú eres vientre victoriosa me llamas, me dices –princesa ven— tu mano extendida emanando pasión me entregas la luz. Llegas a tu destino que oscilas entre el rescate y el recelo te has querido bajar de este tren y lloras, hago que tus lagrimas caigan cual diamantes fluorescentes, Es el más sublime obsequio que me das y, lo que queda después de ti el amarme eternamente.

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